Cuando UPRODEA estaba viviendo quizás una de las épocas más difíciles de su historia, aparecieron ellos, Hondenzorg, con Christel y Werner a la cabeza dirigiendo a un grupo de seres sensibles a la situación de los perritos más viejos, esforzándose por encontrarles buenos hogares. Pero su ayuda no se quedó ahí, consiguieron donaciones tan importantes que sin ellas el gran trabajo que venimos desarrollando nunca hubiera sido posible: ampliación en 16 cheniles para nuestro nuevo refugio, un gran número de esterilizaciones, palets de calidad, puertas, camas, pienso, medicamentos… Y lo más maravilloso, encontrarles familias estupendas a muchos de nuestros perros, algunos de ellos no hubieran salido del refugio nunca si no fuera por nuestros grandes protectores belgas.
Por todo ello, GRACIAS Christel, Werner, Sandra, Lily, Els, y todos los que formáis HONDENZORG, gracias por estos casi tres años y esperamos poder seguir trabajando juntos muchos más.
