Hace unas semanas sufrimos una serie de asaltos y actos vandálicos continuados en nuestras instalaciones, algunos de ellos con tristes y duras consecuencias. En uno de esos asaltos nos robaron gran cantidad de pienso almacenado y algo mucho más preciado para nosotros, a una de nuestras perras, Jara.

Nuestros amigos y simpatizantes nos dieron grandes muestras de apoyo y donativos para que pudiéramos al menos dar de comer dignamente a nuestros animales, lo que agradecemos enormemente, pero nuestro dolor era grande porque perder a uno de nuestros animales de esa forma es el mayor daño que se nos puede hacer.

Jara era una galga y es muy triste pensar qué puede pasar con los galgos que se robe de un refugio cuando se supone que lo que llega a nosotros son los deshechos de galgueros y cazadores, perros maltratados y abandonados a su suerte por no valer para lo que quieren ser utilizados y explotados… De Jara temíamos lo peor…

jara

Pero Jara apareció hace unos días en la puerta de nuestro refugio, delgada, herida y exhausta, pero regresó a lo que ella considera que es su hogar, el único sitio donde probablemente se le de el cariño que nunca recibió en su vida anterior. Y con la emoción y la alegría de volver a ver a un ser muy querido al que se ha echado en falta durante mucho tiempo fue recibida por los voluntarios y por sus compañeros de jaula.

No conocemos las circunstancias de su regreso, pero si sabemos que la vida a veces nos da un respiro que nos sirve de aliento para continuar luchando por tantos que lo necesitan. Bienvenida a tu hogar, Jara !!